Aprecio la perspectiva crítica del GSTC publicada en su sitio web con el título «La Diferencia Entre Turismo Regenerativo y Turismo Sostenible«, que invita al diálogo necesario.

Sin embargo, el movimiento del turismo regenerativo aborda problemas sistémicos más profundos que los marcos de sostenibilidad, a pesar de su valor, han tenido dificultades para resolver.
Después de años trabajando dentro de paradigmas de sostenibilidad, los indicadores ecológicos y sociales no han mejorado como se esperaba. Con solo seis años restantes para implementar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el mundo está en camino de lograr solo el 17 por ciento de las metas (Asamblea General de la ONU, 2024), con el progreso hacia más de un tercio de las metas estancado o incluso retrocediendo. La regeneración trasciende la sostenibilidad al no solo mantener los sistemas existentes, sino promover la mejora continua y la adaptación a las circunstancias cambiantes.


La distinción fundamental radica en el cambio de paradigma, no en la semántica. La regeneración cuestiona las premisas de la sociedad de crecimiento industrial, reconociendo la interdependencia de las acciones con toda la vida en la Tierra. Mientras que la sostenibilidad se enfoca en mantener los sistemas actuales sin dañarlos, la regeneración busca mejorar esos sistemas, promoviendo la renovación constante para adaptarse a nuevas circunstancias y prosperar a largo plazo.

En cuanto a la aplicación práctica, el turismo regenerativo ofrece un enfoque distinto: opera a través del profundo análisis del sentido de los lugares (Sense of place), construye y promueve relaciones simbióticas entre habitantes, visitantes y ecosistemas locales, crea condiciones que favorecen todas las formas de vida, e incluye acciones de restauración, mitigación y conservación de los recursos naturales locales. A través de la investigación y acción participativa, genera conocimiento colectivo entre los actores locales, involucrándolos tanto en el diagnóstico como en las propuestas de cambio.

La regeneración aborda el desarrollo de manera diferente—no como mitigación del daño, sino como creación de impacto positivo a través de la acción misma. Esto representa no meramente lenguaje inspirador, sino una reorientación fundamental: desde modelos turísticos extractivos hacia ecosistemas que redistribuyen beneficios, fortalecen la identidad local y regeneran los vínculos entre las personas, las culturas y la naturaleza con el fin de reflorecer los destinos.
Manuel Miroglio, Profesor, Capacitador, Coach y Conferencista internacional en Turismo Regenerativo, Miembro de la IGTR (www.turismoregenerativo.org)